El viernes 12 de julio fue presentada la quinta edición de la Zumaia Flysch Trail. Año tras año la carrera ha avanzado con paso firme, y su próximo reto es ser una de las pruebas puntuables de la Copa de Europa. Bosco Garitano, miembro del comité organizador de la prueba, nos desgrana las características, los principios y los objetivos de la carrera.¿Cómo se os ocurrió hace cinco años organizar una carrera de montaña a pie de mar?

La principal motivación fueron las ganas de hacer algo por nuestro pueblo. Teníamos la referencia de la carrera Zegama-Aizkorri, y vimos que nuestro entorno ofrece características peculiares, que el recorrido podía conjugar mar y montaña, y que el sitio es espectacular para organizar una carrera. Además, consideramos que era una buena fórmula para dar a conocer el flysch y todo su entorno. A todo esto hay que añadir nuestro empeño por ayudar a Aspanogi.

El comité organizador lo componéis cuatro miembros, cada uno con un perfil y unas tareas muy definidos…

Quién mejor conocía este mundo de las carreras de montaña era Txolo [Iñigo Saenz de Arguedas]. Es corredor, conoce las características que ha de tener un recorrido, y tiene muchos contactos. [Jose Antonio] Txiki Gorostola se encarga de conseguir y organizar los 220 voluntarios que movilizamos todos los años para que todo salga perfectamente, un trabajo muy importante y nada fácil. Fran Aizpurua aporta su experiencia en la organización de carreras y eventos deportivos a nivel local: inscripciones, reglamento, federaciones, ayuntamiento… Yo me ocupo de conseguir financiación, de organizar el trabajo del comité y gestionar la carrera. Los cuatro somos complementarios.

¿La Zegama-Aizkorri ha sido un espejo para vosotros?

Para mi sí. Este año ha cumplido diez años. Se creó para dar a conocer el pueblo de Zegama. Entre otras muchas propuestas (el día de la miel, el día del pastor…), alguien propuso organizar una carrera de montaña. En Europa este tipo de carreras tenían ya gran relevancia y, con el Aizkorri al lado, en Zegama vieron que tenían una gran oportunidad. Hoy en día es una de las pruebas que conforman la Copa del Mundo –en Europa hay sólo cuatro–, y es conocida mundialmente. En nuestro caso, vimos que en Zumaia se estaba generando actividad en torno al Flysch y consideramos que una carrera ayudaría a potenciarla.

La Flysch Trail destaca sobre todo por su nivel organizativo. Habéis hecho un gran esfuerzo desde el principio, no os habéis limitado a poner una pancarta de meta…

Sabemos que tenemos un entorno espectacular, pero somos conscientes de que al recorrido le falta la alta montaña, sobre todo para aquellos corredores de élite acostumbrados a recorridos con mayor altitud y desnivel. Para suplirlo, nuestra baza es el nivel organizativo. Que, además de disfrutar del paisaje, el corredor se vaya con la sensación de haber sido tratado muy bien, y que tenga ganas de volver. Al fin y al cabo, el objetivo no es la carrera misma. La carrera tiene sentido si sirve para dar a conocer el nombre de Zumaia. Y para eso hay que hacer las cosas muy bien, vestir la carrera. Por ejemplo, homenajeando todos los años a grandes figuras del montañismo: Pasaban, Bereziartu, Iñurrategi, Txikon, Usobiaga, Iriondo…

Para organizar las cosas de ese modo hace falta financiación, y la carrera nació en medio de la crisis económica…

Así es, pero hay que resaltar que en cuatro años ya hemos entregado a Aspanogi 15.000 euros, que han salido del presupuesto de la carrera. En la financiación participan empresas de Zumaia, el Ayuntamiento, la Diputación, Kutxabank, Skoda y otros muchos patrocinadores y colaboradores. El pueblo de Zumaia también colabora con la rifa; y, por último, está el dinero de las inscripciones. Con todo, hacemos frente a los gastos y por ahora siempre hemos tenido dinero para Aspanogi.

Otro de los retos ha sido ir mejorando el nivel de la carrera. Primero fue prueba puntuable para la Copa de Euskadi, y desde el año pasado es parte de la Copa de España. Pero vuestro verdadero objetivo es Europa.

Sí, y además desde el principio. Tuvimos muy claro que no queríamos organizar una carrera de carácter local, porque no tiene demasiado aliciente. Queríamos atraer a gente de fuera, y desde el inicio nos marcamos un objetivo: llegar a ser una prueba de la Copa de Europa. Zegama es parte de la Copa del Mundo y nosotros no podemos llegar ahí, entre otras cosas, porque no tenemos alta montaña; pero si podemos ser de nivel europeo. Todos los pasos dados hasta ahora han ido encaminados en esa dirección.

¿Y cuándo puede alcanzarse ese objetivo?

Si no podemos el 2014, será el 2015. Pero trabajamos para que el año que viene sea posible.

¿Pero existen posibilidades reales? ¿El recorrido cumple con los requerimientos mínimos?

Dentro de las carreras de montaña hay distintas modalidades, y algunas de ellas no exigen alta montaña. En el Tour de Francia también hay de todo: etapas de montaña, llanas y contrarreloj. Los corredores de élite que han participado en Zumaia nos han dicho que para ganar aquí hay que correr mucho. Cuando el recorrido se desarrolla en la alta montaña, tienen más tiempo para regular el esfuerzo; aquí no, aquí hay que correr a tope desde el inicio hasta el final. Estamos trabajando para que en Europa se tenga en consideración esa característica.

¿Cuáles son los pasos que hay que dar para conseguir ese objetivo?

Las federaciones estatales son las que tienen la competencia de proponer candidatos al organismo europeo. Por lo tanto, el primer paso es convencer a la Federación Española. Para ello, no hay otro camino que formar parte de la Copa de España, y trabajar muy bien. El año pasado dimos el paso y este año repetimos. El resultado ha sido muy bueno. El presidente de la Federación Española, Joan Garrigos, sólo se desplaza a dos pruebas en todo el año: Zegama y Zumaia. A Zumaia viene porque le gusta mucho la carrera y dice que está muy bien organizada. En su mano está presentar nuestra candidatura. No quiero olvidar el trabajo que está haciendo Pako Iriondo a favor de nuestra carrera. Es el asesor personal de Garrigos, ya cada vez que se encuentran le pregunta como va nuestra candidatura para la Copa de Europa… El vicepresidente de la Federación Española, Goio Larrañaga, también nos está ayundando mucho.

¿Qué puede suponer a nivel organizativo?

No cambiaría, sería el mismo trabajo.

¿Y el recorrido?

El tema de recorrido hay que hablarlo. Nos comentan la posibilidad de meter más montaña incluyendo el Andutz en el recorrido… Pero nostros no queremos desvirtuar la personalidad de la carrera. Y no queremos endurecer más la carrera, porque no nos olvidamos de los atletas populares, que son la gran mayoría de participantes. En cinco años la carrera ha adquirido ya su propia personalidad, tiene su recorrido, sus récords… El reto es alcanzar el nivel europeo sin modificar el recorrido.

Este año hay una novedad: los atletas populares podrán optar por el recorrido corto.

En las ediciones anteriores muchos nos han pedido la opción de correr el recorrido corto, en principio diseñado para los corredores junior. Visto que para muchos 31 kilometros puede ser excesivo, este año hemos abierto a los populares la inscripción también para el recorrido de 15 kilometros.

Desde el inicio la carrera ha contado con el apoyo y el patronicio del Ayuntamiento de Zumaia. Sin embargo, el concejal de medioambiente se ha manifestado en la revista municipal en contra de organizar la carrera en un entorno protegido.

La Diputación de Gipuzkoa es la responsable de la gestión del biotopo protegido y nosotros desde el principio hemos cumpido todos los requerimientos. Desde la primera edición hemos tomado todas las decisiones de su mano, hemos adecuado el recorrido para evitar cualquier problema, y los voluntarios hacen un gran esfuerzo para limpiar el recorrido en cuanto pasan los corredores, recogiendo mucha basura ajena a la propia carrera. Cuando termina la prueba, la Diputación hace un informe en el que mide el impacto de la prueba. Nunca ha habido ningún problema. Amamos el entorno, es un tesoro que hay que cuidar, y queremos que la gente lo conozca, lo respete y lo disfrute. A partir de ahí, no tenemos mucho más que decir. Todas las opiniones son respetables.